Las 65 horas vistas desde el país de las 35

Traducción al español del artículo de L'Humanité de Yves Housson. Así se ha escrito en Francia, donde la semana laboral de 35 horas lleva instaurada desde el año 2000, sobre la posibilidad de una jornada laboral de más de 65 horas:

Mientras en Francia nos preparamos para un día de manifestaciones en defensa del sistema de jubilación y de las 35 horas semanales, la Unión Europea, en virtud de un cambio de política en Francia, envía un mensaje alarmante en lo que respecta a la duración de la jornada laboral.

Gracias a Nicolas Sarkozy y a su gobierno, la UE acaba de abrir la posibilidad de una semana laboral ¡de hasta 78 horas! El crimen ha sido firmado en Bruselas, en una reunión de los Ministros de Trabajo de los 27 países miembros.

La modificación de la directiva europea sobre el tiempo de trabajo había estado en el punto de mira desde hacía varios años.

Según el texto adoptado por la mayoría cualificada, la semana de 48 horas, que formaba parte de la legislación europea vigente hasta la fecha, sigue siendo válida. Pero esta regla vale tanto como la de las 35 horas en la propuesta del Gobierno francés: la salvaguarda jurídica que supone es cada vez más ficticia. El acuerdo ofrece la posibilidad de excepcionar la norma mediante un acuerdo entre el asalariado y el empresario.

Si ésta reserva para excepcionar la norma queda prevista bien en el convenio colectivo o bien en la legislación nacional, la duración máxima semanal de trabajo podrá alcanzar en lo sucesivo 60 horas. Incluso 65 horas, precisa el texto, si una parte del tiempo de trabajo corresponde al tiempo de guardia. Y este límite de 65 horas podrá ser sobrepasado también si un convenio colectivo lo permite.

Este sistema de derogación, denominado "opt-out", estaba vigente hasta ahora en el Reino Unido, el paraíso europeo de la desrreglamentación social, donde la semana de trabajo puede alcanzar las 78 horas. Allí la única regla que se impone en última instancia es la obligatoriedad de las 11 horas diarias de descanso. Bajo la presión de los Británicos, la legislación europea había contemplado el "opt-out", pero para un período transitorio, pasado el cual debería haberse suprimido. El acuerdo que se ha firmado dinamita todo límite de tiempo: "el "opt-out" se perpetua ad vitam eternam y puede generalizarse en lo sucesivo", señala Guido Juquel, del sector europeo del sindicato CGT.

El gobierno de Londres, que ha estado luchando para obtenerlo junto con su homólogo irlandés y el apoyo de Polonia, expresó inmediatamente su satisfacción, hablando de "un buen acuerdo".

En sentido contrario se ha manifestado la Confederación Europea de Sindicatos (CES), que había advertido de la posibilidad de la adopción de estas disposiciones denunciando que no había interés en proteger a los trabajadores "contra los peligros que las largas jornadas laborales crean en la salud y en la seguridad en el trabajo". La CES calificó el acuerdo de "muy insatisfactorio e inaceptable".

Pero la "regresión" denunciada por los sindicalistas no se detiene ahí. El texto rubricado en Bruselas introduce además, por primera vez, la noción de "períodos inactivos de guardia", que no podrán volver a ser contabilizados como tiempo de trabajo.

Esta disposición afecta a todas las profesiones, pero particularmente a las médicas. Se barre así de un plumazo dos resoluciones del Tribunal de Justicia Europeo que estipulan que el tiempo de guardia debe ser contabilizado íntegramente como tiempo de trabajado. El lunes, la asociación de los médicos de urgencia de Francia (AMUF) había advertido por vez enésima que la adopción de tal medida constituiría "un retroceso sin precedente e inaceptable tanto para los médicos como para los pacientes".

Para "suavizar" la medida y con el fin evidente de hacer más digeribles éstas dos píldoras grandes y amargas, el Consejo de Ministros de Trabajo adoptó, en el mismo texto, un acuerdo que concernía a los interinos y donde se preveía que desde el primer día de trabajo gozarán del mismo tratamiento (salario, protección social, etc.) que los asalariados permanentes. Un progreso real, calificado como tal por CES que, sin embargo, negó que pueda ser utilizado como una razón o una excusa "para adoptar la directiva sobre el tiempo de trabajo".

(Ver el artículo completo en su idioma original pinchando aquí)

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Hoy Borrell, siguiendo la línea del Gobierno de España consistente en estar a favor y en contra a la vez , se marca el siguiente artículo: "Contra la Europa social"

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Este blog huele a amarillismo y paja mental...

Javi dijo...

¡Saludos humano! Estoy pensándome en poner la función esa de que se puedan oir las entradas, asi no sólo "olerá amarillo" sino que también se "escuchará amarillo", jurl, jurl...

Anónimo dijo...

El amarillismo es un término aplicable a la prensa, no a la opinión. Me remito a la definición del RAE a este respecto.
La paja mental es aplicable sólo a quien piensa (mental), lo cual es un paso. Y el producto de este pensamiento tiene en este blog el resultado de un argumento. El compañero talibanbanban aún se debe estar bajando la bragueta porque en el apartado argumentación sigue en su haber a cero.

Anónimo dijo...

¿Qué fue de nuestro 8,8,8?