Contra la ayuda al pago de hipotecas como medida de izquierdas

Leo en la prensa que Jesús Iglesias, coordinador de Izquierda Xunida, ha instado al Gobierno de Asturias a que realice políticas de izquierda entre las que según él debería contarse la “ayuda para el pago de hipotecas”. Difícilmente se me puede ocurrir una medida menos de izquierdas que aquella que pretenda ayudar a la ciudadanía por la vía de socializar las pérdidas de las empresas, que es lo que se logra con la ayuda al pago de hipotecas.

Es notorio lo poco que le gusta a los bancos el enajenar viviendas: prefieren renegociar las hipotecas aumentando los plazos y rebajando la cantidad mensual a pagar. Es lógico, los impagos suelen producirse porque la cantidad de dinero que queda por pagar es mayor que el valor actual del inmueble (de no ser así el deudor vendería el piso y cancelaría la hipoteca con ese dinero). El banco tendría un gran marrón encima si se encuentra de pronto con miles de inmuebles que no puede colocar (recordemos la máxima que señala que “si un currante no puede pagar su hipoteca hay un ciudadano en problemas, pero si cien mil ciudadanos no pueden pagar su hipoteca, entonces quien tiene un problema es Botín”: las entidades bancarias, que son conscientes de esto, evitarán la enajenación, pues con ella dejan de ganar mucho dinero)

Siendo así las cosas, creo que lo que se debería exigir desde la izquierda deberían ser fundamentalmente dos cosas:

1) La modificación de la legislación para que sea obligatorio que el impago de la hipoteca suponga la liberación de la deuda: la hipoteca es un gravamen sobre un inmueble mediante el cual se responde del cumplimiento de la deuda; dado que yo sujeté el pago de mi deuda a un bien inmueble, si yo no pago mi deuda, el acreedor –el banco- se queda con el piso y aquí paz y después gloria.

Los antiguos romanos deben estar revolviéndose en su tumba al ver el trato que en nuestro país se da a la institución de la hipoteca, puesto que aquí el impago no supone la liberación de la deuda (si el piso es adjudicado en subasta a un precio inferior al que asciende la deuda con el banco, seguiremos debiendo la diferencia)

2) Exigir que el dinero que actualmente se destina a las subvenciones para vivienda se emplee en la creación de un parque de vivienda pública de alquiler social como único método que permite el derecho a techo para toda la ciudadanía. De ahí a la configuración del derecho a la vivienda como un derecho exigible ante los tribunales (y no como mero “derecho programático” como es actualmente) hay sólo un paso.

La izquierda que se reclama transformadora en general (y dirigentes como Jesús Iglesias en particular) debería repasar los principios sobre los que se asienta la izquierda (entre los cuales es fundamental -o al menos "era fundamental"- aquel que manifiesta nuestra oposición a la perversa lógica capitalista según la cual las ganancias se privatizan y las pérdidas se socializan).

3 comentarios:

rafa hortaleza dijo...

Kaneda ¿me puedes enviar tu email?
gracias

Anónimo dijo...

Sale hoy en 3i también este artículo.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

¿Y no podría ser también reivindicación de la izquierda en el tema de las hipotecas, la eliminación de las comisiones de cancelación, sub-rogación etc... y los costes notariales y registrales de los mismo?.
¿no son los liberales defensores de la libre competencia?. Pues nada de tener atada a la gente a una hipoteca porque te sale por un pastón cancelarla.

fdo: Barrabás