Al contrario que sus tres predecesores y que su opositor en el Congreso Nichi Vendola, Paolo Ferrero no militó en el imponente Partido Comunista Italiano (PCI). De joven decidió adherirse a Democracia Proletaria (DP), una formación de extrema izquierda crítica con la línea el que PCI había aplicado desde los años sesenta. Hecho Secretario General, es el símbolo de una generación de actores de la izquierda radical que pusieron a disposición de Rifondazione su destreza militante cuando ésta organización fue creada en 1993.
Enviado al paro por FIAT, desde la edad de veintisiete años ocupó responsabilidades en el seno de Democracia Proletaria, un grupo que rondaba el 2% de los votos en las elecciones, y era el competidor principal del PCI. En 1995 toma responsabilidades en el seno de Rifondazione siendo afín a la línea de Fausto Bertinotti, ocupándose de las relaciones con los movimientos sociales.
Todas estas responsabilidades lo conducen a entrar en el año 2006 en el Gobierno, convirtiéndose en el ministro de Solidaridad Social de Romano Prodi, donde se da conocer como crítico con las medidas moderadas del gobierno.
Después de la derrota del pasado mes de abril, pasa a llevar las riendas del CPN, dando un vuelco a la antigua mayoría de la que el formaba parte hasta la víspera. Hasta el domingo, había dejado planear la duda sobre su candidatura como Secretario General, siendo finalmente elegido al final de la tarde.
Traducción parcial del artículo "Paolo Ferrero, un affranchi du PCI" publicado en L'Humanité el 29 de julio de 2008.
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