En estos días ando sin tiempo para casi cualquier cosa, pero aún así me he permitido deleitarme hora y media con una auténtica joya, la película noruega “
Dead Snow”. La temática es simple a la par que gloriosa:
zombis nazis. Con eso ya está casi todo dicho.
El cine escandinavo nos está regalando últimamente grandiosas obras de arte: Suecia la buenérrima “
Let the right one in”, y Noruega esta genialidad que es “
Dead Snow”.
La cinta es altamente coñera, un poco al estilo de la película de culto “
El diablo metió la mano”. Algunas secuencias son merecedoras del “Hall of Fame” de las pelis de zombis:
- Uno de los protagonistas se cae por un acantilado, pero no se despeña gracias a que logra agarrarse a las tripas de un zombi como si fuera una cuerda.
- Los protas son estudiantes de medicina, por lo que están técnicamente capacitados para cosas como auto-coserse con puntos de sutura las heridas o auto-mutilarse una zona mordida por los zombis para evitar transformarse en uno de ellos.
- Uno de ellos intenta acabar con los zombis lanzándoles un cóctel molotov desde dentro de la cabaña, pero no atina a la ventana y prende fuego al refugio en el que se guarecían de los zombis. Muy al estilo Joss Whedon.
Aquí podéis bajarla en descarga directa en idioma noruego subtitulado al castellano, y aquí el anuncio, pa’ que vayáis abriendo boca:
El único “pero” es que es científicamente poco rigurosa, debido a que los zombis corren (lo cual, según el experto en zombística avanzada Max Brooks -autor de la imprescindible “
Guía de supervivencia zombi”-) es inviable. Quitando ese detalle el resto del film es, por supuesto, perfectamente verosímil (siempre he sostenido, y mis más allegados los saben, que el peligro de un ataque de zombis nazis es real e incluso diría yo que inminente, con lo cual la peli también tiene cierto afán pedagógico).