Rumbo al XVIII Congreso del PCE

Aprovechando que es el primer fin de semana de Agosto y que por tanto este blog perderá un montón de lectores, me dedicaré a un tema más familiar y que estimo se la trae floja al 90% de la gente que visita esta bitácora: el XVIII Congreso del PCE, que concluirá el 8 de Noviembre de 2009.

En lugar de reunir a nuestro máximo órgano de forma secreta y masónica, hemos decidido que el debate debe hacerse con el mayor grado de transparencia, tanto hacia el interior del Partido, como hacia la sociedad y los medios de comunicación. Así que desde aquí aportaremos nuestro granito de arena a la transparencia dedicándole una entrada. Todos los documentos propuestos desde el Comité Federal los podéis encontrar aquí.

No espero que en el Congreso se produzcan grandes cambios en la línea política y organizativa del Partido. Las Asambleas o los Congresos no son los lugares indicados para iniciar cambios radicales, sino más bien el lugar donde éstos se ratifican y cristalizan. Al no existir ningún gran movimiento de oposición a la línea actual del Partido, es de esperar que nos limitemos a profundizar en lo que se inició en el XVII Congreso: un poco más de cohesión, un poco más de compromiso militante, un poco más de calle y un poco más de centralización organizativa. Si se logran llevar a cabo estos "un poco más", ya no estaría mal la cosa.

Para pasar de "no estar mal" a "estar bien" o incluso llegar al nivel de "¡qué gran Congreso, carajo!", en mi opinión se deberían tratar en profundidad tres temas:

- El PCE en Comisiones Obreras: actualmente no existe una actuación organizada del PCE dentro del sindicato. Esto es un déficit tremendo: hay que comprometer a la militancia para llevar a Comisiones nuestras propuestas. Hay que organizarse y reunirse periódicamente los currantes comunistas afiliados al sindicato para ir buscando fórmulas de trabajo en ese frente.

- Nuestro papel en la refundación de Izquierda Unida: deberíamos situarnos en el lado más radicalmente transformador dentro de Izquierda Unida. Lo mejor que podría hacer el PCE es, con los vientos favorables que creo que soplan tras la última Asamblea Federal de IU, contribuir a romper el eje "izquierda-derecha" dentro de IU y contribuir a generar un gran polo de renovadores de todas las sensibilidades. Esto es muy difícil que suceda y no me hago muchas pajas en este sentido.

- Aportar para solucionar conflictos dentro de Izquierda Unida: no deberíamos limitarnos a confiar la solución de los follones que hay montados en ciertas zonas a la próxima Asamblea de Refundación de IU. Hay que ser valientes y movernos ya hacia la unidad, siendo conscientes de que algunos de estos pasos que hay que dar para solucionar los conflictos pueden ser internamente muy "impopulares" y mal recibidos por algunos de los militantes del PCE implicados. Es difícil, pero inaplazable.

Entre las tesis políticas, las propuestas organizativas y financieras y la propuesta de estatutos, los documentos del Congreso son más de 130 páginas. ¿Algún voluntario para leérselo con detenimiento, redactar unas enmiendas guapas y mandármelas al correo? …Uy, cuánta gente…¡Tranquilos, tranquilos, no os apelotonéis: hay documentos para todos!

Cómo ponerse cachas a lo Aznar (en 5 pasos)

¿Te gustaría tener una “tableta” como la del ex Presidente del Gobierno, pectorales con unos pezones tan duros que serían capaces de cortar diamante, y unos brazos fuertes y bronceados como los que luce el líder de la FAES? ¿Sí, te gustaría?

Aquí te ofrezco, totalmente gratis, los 5 pasos necesarios para conseguirlo:

1.- Descansa bien: respetar el tiempo de sueño es fundamental. Para lograr dormir las ocho horas recomendadas es necesario tener la conciencia tranquila. Si has bombardeado un país argumentando que había armas de destrucción masiva, puedes conciliar el sueño pensando que “todo el mundo pensaba que en Iraq había armas de destrucción masiva y no las había, yo lo sé ahora…tengo el problema de no haber sido tan listo de haberlo sabido antes”, ¡y ale, a dormir como un lirón!

2.- Saca tiempo para cuidarte: seguro que actualmente empleas tus horas en actividades que no dan su debido fruto y que pueden ser sustituidas por otras igualmente efectivas y que no requieren esfuerzo. Por ejemplo…¿pa’ que ponerse a aprender inglés pudiendo hablar en tejano?

3.- La actitud: tan importante como el ejercicio físico es la actitud. Muéstrate desafiante, no dejes que te pasen por encima. Si alguien dice que corre mucho, ¡tú dices -con los pies sobre la mesa- que corres el doble de lejos y el doble de rápido! Y si para ello hay que soltar alguna mentirijilla, como decir que eres cinco veces más rápido que Gebreselassie, ¡pues se hace y punto! Para ser un campeón fibroso hay que empezar por creérselo.

4.- Tómate una copita de vino con las comidas. O dos. O tres. O las que te salgan de las pelotas, ¿quién soy yo para decirte cuánto tienes que beber, eh?

5.- Haz 2.000 abdominales al día. ¡No todo iban a ser tontás!

[Entradas relacionadas: "Vuelve el triunfo de la voluntad", de Hugo]

Y el jamón

En Ayacucho:

- ¿Y qué es lo que más echas de menos de España?
- Pues muchas cosas, no sé, ¡el jamón!
- Je, je, ¡cómo no!

En Pekín:

- ¿Y qué es lo que más echas de menos de España?
- Buff, pues…así a bote pronto…¡el jamón!
- Je, je, ¡todo el mundo dice lo mismo!

En Vilnius:

- ¿Y qué es lo que más echas de menos de España?
- La familia y los amigos.
- ¿Y así de comer?
- Pues…mmm…no sé
- Supongo que echarás de menos el jamón, ¿no?
- Hombre...sí, supongo que sí
- Je, je, ¡no falla!

Ese empeño que tienen los reporteros del programa “Españoles en el mundo” en hacer que todo el mundo diga que lo que más echa de menos de España es “el jamón” sólo se puede explicar de dos maneras: o bien por un patrocinio millonario de la marca Cinco Jotas; o bien la televisión pública se ha sumado, un poco tarde y sin confesarlo, a aquella famosa campaña a favor de una gastrobandera que nos represente a todos.

Cómo pelar un plátano. 20 años equivocado.

Me como un plátano al día desde que tengo cinco años. Eso supone que me habré comido más de 7.000 plátanos a lo largo de mi vida.

Hoy, tras comprobar experimentalmente que la información suministrada por este vídeo es cierta, puedo decir que me he equivocado más de 7.000 veces en materia bananeril. 20 años sin conocer la forma correcta de abrir un puto plátano. Este tipo de cosas me hacen reflexionar...



Visto en La Realidad Estupefaciente y en PoderFriki.

El coñazo de Gibraltar y la cuestión nacional

Una de las cosas que más me gustan de mis compañeros de la rojosfera es que tiendan a entrar poco al trapo de los temas de actualidad que no le importan a casi nadie pero que sin embargo copan las portadas de los periódicos y abren los telediarios. Esta semana tocaba el tema de Gibraltar. En los blogs cercanos apenas ha habido entradas sobre el asunto, y es que ante un tema tan chorras no hay mayor desprecio que no hacerle aprecio. En cambio en otros agregadores de bitácoras, como en el reaccionario Red Liberal, la visita de Moratinos al Peñón ha sido el mega-asunto.

Un compañero (que vive cerca de la zona donde al parecer ha acontecido una “traición histórica”) hablaba recientemente del “coñazo de Gibraltar”, señalando con toda la razón que lo que a él le parecía de relevancia es que en dicho lugar, gracias a su particular relación con la UE, se pasen sistemáticamente las normas comunitarias en materia medioambiental por el Arco del Triunfo.

Pero yo, que soy mucho más débil que el resto de mi allegados blogueros, no puedo resistirme a opinar sobre el trillado tema de Gibraltar:

Si seguís con alguna regularidad esta bitácora habréis leído en alguna ocasión que en materia de “cuestión nacional” me muevo bajo principios bastantes simples, adscribiéndome en este tema por completo a las tesis leninistas. Defiendo que desde la izquierda debemos subordinar el “sí” o “no” a la autodeterminación a los intereses de clase, planteando el asunto de una forma condicional.

Mi planteamiento teórico es coincidente con el de la derecha, la cual también toma sus posturas sobre la cuestión nacional atendiendo a los intereses de la clase a la que defienden, siendo así capaces de defender a los nacionalistas de Santa Cruz o el Kurdistán iraquí, a la vez que atacan los movimientos nacionalistas del País Vasco o el Kurdistán turco.

Sucede que la derecha tiene más fácil que yo el identificar cuáles son sus intereses de clase: todo el mundo sabe dónde está el dinero, por lo que a la derecha le es sencillo tomar una postura clara en casi todos los conflictos nacionales. Sin embargo saber con certeza qué es mejor para las mayorías es más complicado, con lo cual esos principios simples a los que me atengo acaban por tener una traslación práctica compleja: puede llevar algún tiempo el conocer, por ejemplo, la naturaleza de los movimientos nacionalistas de Osetia o Abjasia, o las implicaciones que podía tener la secesión de esos territorios (de hecho gracias a la sociedad de la desinformación selectiva en la que vivimos puede llegar incluso a ser casi imposible tomar postura a favor de unos, de otros o de ninguno).

En el caso de Gibraltar la prioridad debería ser acabar con el Peñón como paraíso fiscal. Lo peor que podría suceder sería que se perpetuase su régimen económico. Si Gibraltar llegase a ser un Estado, necesitaría subsistir como lo hacen el resto de microestados, a base de atraer miles de empresas mediante seducción fiscal. Es por eso que soy contrario a la constitución de un Gibraltar independiente, por entender que su viabilidad dependería del mantenimiento de su condición de paraíso fiscal. También soy contrario, por idénticas razones, a que continúe con su estatus especial actual dentro de la UE, que permite que hagan lo que hacen.

El que se integrara plenamente en Gran Bretaña o España haría que las disposiciones de los tratados de la Unión se aplicaran a Gibraltar. Eso sería lo más conveniente.

Dentro de esas dos opciones (plena integración en España o en Gran Bretaña) no tengo en principio preferencias. Si lográis que se reúnan Roman Abramovich, Amancio Ortega, Lakshmi Mittal y Emilio Botín para decantarse por una de ellas, a mi apuntadme a la contraria.

El Necronomicón de Utrecht

Estaba ayer escuchando a Gustavo de Arístegui hablar sobre el viaje de Moratinos a Gibraltar. Estaba el tipo que si Tratado de Utrecht pa’ aquí, que si Tratado de Utrecht pa’ allá…el caso es que quedé intrigado, porque mirad que el Tratado de marras es mítico pero…¿a que nadie se lo ha leído? ¿Eh, eh, a que no? Menos mal que el periódico de la gente decente, el ABC, en su infinito afán pedagógico, nos acerca dicho documento histórico.

Gracias a su aporte, los ignorantes como yo hemos podido descubrir algunos apartados estupefacientes del famoso artículo X como el que sigue: “Y Su Majestad Británica, a instancia del Rey Católico consiente y conviene en que no se permita por motivo alguno que judíos ni moros habiten ni tengan domicilio en la dicha ciudad de Gibraltar”. No se andaban con pijadas sus Majestades.

Supuse que dicho apartado no estaría hoy en día en vigor, lo que me llevo a preguntarme…¿y el resto? ¿estará vigente?

Al parecer excepto la no entrada en el puerto de “navíos de guerra moros” y la permisividad de la práctica de la religión católica, el resto de cláusulas se han incumplido flagrantemente por unos, por otros o por ambos: ni se corresponde lo cedido con lo apropiado, ni se mantiene la región incomunicada, ni se prohíbe la entrada de cualquier mercancía gibraltareña en España…

El Tratado de Utrecht no parece tener más valor que el meramente histórico, aunque no sea denunciado por ninguna de las dos partes por motivos obvios: los británicos están contentos con él porque consagra su soberanía sobre el Peñón, y a España le agrada porque le permite tener la primera opción sobre el territorio en caso de que los británicos decidan desprenderse la ciudad.

Os invito pues a considerar dicho Tratado como un libro mágico más, de escasa o nula aplicación práctica y cuyo poder reside en su mero nombre y no en su contenido, sumándolo así a otros títulos similares e inútiles como el Necronomicón, el Grimorum Arcanorum, el Libro de las Sombras o la Constitución española.

¿Pensar fuera de la caja laica? Quita, quita...

Acabo de leer el artículo "La izquierda y el Islam: pensar fuera de la caja laica" de Gilad Atzmon publicado en Rebelión y no me puedo resistir a criticarlo. Como he mirado cuánto tiempo os pasáis de media en este blog y sé que no estáis aquí para perder un cuarto de hora, os haré un resumen de dicho artículo en cuatro frases (y a quien quiera ahí le dejo el link para que se lo lea entero si quiere). La idea principal del escrito de Atzmon sería algo así:

"La izquierda no entiende el Islam. La izquierda, apoyándose en su supuesta superioridad moral, dice que el Islam es reaccionario. La afirmación de poseer la superioridad moral no se puede verificar científicamente. Pensar que son superiores moralmente lleva a los izquierdistas a una práctica de "supremacía" que les lleva a rechazar a una gran parte de la humanidad (en este caso, a los musulmanes -los izquierdistas se solidarizan con los palestinos, pero en cierto modo los rechazan-)".

Empecemos por la crítica más obvia: la superioridad moral, lo justo o lo injusto, lo bueno o lo malo, no se pueden demostrar científicamente. La ciencia es avalorativa. No poder demostrarlo científicamente no quiere decir que no podamos afirmar que algo es bueno o malo, más o menos recomendable moralmente, o incluso rechazable éticamente. Claro que podemos, ¡y debemos! Lo contrario nos llevaría a un relativismo moral muy chungo.

Pelear por un mundo más justo, más libre y más igualitario es moralmente superior a tratar que en el mundo rija la ley del más fuerte, la esclavitud y la desigualdad. Claro que no puedo demostrar eso científicamente: no es el terreno de la ciencia. Lo que he hecho es una afirmación ética. Me muevo en el ámbito de la axiología.

Yo creo firmemente que la izquierda y el laicismo son superiores moralmente a la reacción y a una sociedad confesional. No lo puedo sostener científicamente, pero no quiere decir que no tenga razón. La razón moral se mueve en un ámbito no científico: que asesinar es malo no se puede demostrar científicamente, y sin embargo es malo.

Para sostener el rechazo de la izquierda a los palestinos, el autor del artículo hace suya una reflexión de otra persona que dice así: “La vasta mayoría de la izquierda, incluyendo a los comunistas, está de acuerdo en apoyar al pueblo de Gaza contra la agresión israelí, pero se niega a apoyar su expresión política, como son Hamás en Palestina e Hizbola en Líbano”, relacionando esto con el fracaso de la izquierda a la hora de movilizar a la gente (como no comprenden a los palestinos, como los rechazan, no pueden movilizar a la gente como deberían).

Esa objeción de Atzmon a la actitud de la izquierda me parece incluso halagadora: la gente de izquierdas es capaz de solidarizarse con un pueblo a pesar de no comulgar con sus representantes. Menos mal que es así: si tuviéramos que simpatizar con los representantes políticos de un pueblo para solidarizarnos con él, nos sería imposible apoyar cualquier causa de la clase trabajadora italiana, cuya "expresión política" -usando la terminología del autor- es Berlusconi.

Si el autor cree que no movilizamos a la suficiente gente por no comprender adecuadamente la lucha palestina es que está poco puesto en la realidad política de la izquierda: no movilizamos como debiéramos en casi ningún tema, y la solidaridad con la causa palestina no se escapa a ello. Si no logramos movilizar masivamente desde luego que no es por no comprender suficientemente la naturaleza del Plan Bolonia, de la crisis económica o de la resistencia contra el sionismo.

Siendo esos son sus argumentos para hacerme abandonar el pensamiento dentro de “la caja laica”, Atzmon va jodido (al menos conmigo). Es bueno pensar desde la razón y desde los principios moralmente superiores: es la mejor manera para poder empatizar con quienes piensan dentro de “cajas” diferentes a las nuestras, incluso cuando esas cajas no son sólo diferentes sino que son incluso “cajas” de peor calidad.

[Entradas relacionadas en El Hijo Rojo: "Urge un giro sudafricano al conflicto palestino-isrealí", "Abandonar la consigna del Estado palestino independiente" y "El desnivel prometeico, también en el fútbol"]

Lecturas rojeriles atrasadas, de Kabila y de Àngels

Esta semana nos ha seleccionado las lecturas Ángels, de "Punts de vista", y la anterior Rafa de "Kabila". Como he estado atrasado no he podido subir sus recomendaciones, así que lo hago ahora por partida doble. Id y echad un vistazo en sus blogs a ver qué nos comentan sobre Rafa, Ventanas, Kabila, Amei, Inés, Hugo, Reyes, Javi, Antonio, Inés , Àngels, Carmen, un menda, Antonio y compañía.

Demasiado blandito para una barricada

No valgo para cabrearme lo suficiente. A veces parece que las situaciones demandan que me ponga en modo Supersaiyajin…pero no lo logro. El día que estalle la revolución voy a ser inutilísimo para la causa, fijo.

Aunque me ha pillado de viaje y no he podido enterarme lo suficiente de los detalles, no logro ponerme suficientemente cabreado con lo que le ha sucedido a ese bebe que murió en un hospital debido a que en lugar de administrarle la alimentación mediante una sonda nasogástrica lo hicieron por la vena.

Cuando me contaron el caso, sólo pude pensar en la pobre enfermera que cometió el fatal error de meter la jeringa cargada de leche en un vial que no era el que se conectaba con el estómago. Y cuando digo “sólo” es que me resultó casi imposible pensar en el brutal dolor de la familia del bebé o en la necesidad de prohibir gestión privada de los servicios públicos, empezando por los Hospitales. Y mirad que ambas cosas son bastante obvias. Pero yo, con toda mi blanditud, sólo pude pensar en la enfermera.

Será que soy un tipo despistado y que me fijo poquísimo en las cosas que hago (por suerte no tengo un trabajo de tanta responsabilidad como el de un enfermero) y que por eso empatizo muchísimo con la desgracia que le ha sucedido a esa chavala. Vaya, que no podría ponerle un “castigo ejemplar” a esa enfermera.

Soy un blandito tremendo. Y tú, ¿cómo reaccionaste? ¿Eres tan blandito como yo?

PD.: Ha hablado de la desgracia sucedida a Rayán un montón de gente cercana: Rafa, Cero, Hugo, Moscas, Viul

Cómo jode no tener ni idea

Hermanas y hermanos, parroquianos todos de esta bitácora, os he congregado aquí este Domingo para invertir los papeles habituales. Sé que acudís a este blog esperando que me desmadre opinando chorradas sobre asuntos políticos variados, y que os suba religiosamente los capítulos de Perdidos. Pero hoy me siento incapaz de dar un sermón sobre el tema que toca: la financiación autonómica.

Mi incapacidad se debe a que no tengo ni pajolera idea del asunto, y no sé si lo que ha perpetrado la Ministra Salgado es una aberración, una gloriosidad, una cosa mediocre o nada de lo anterior.

Os invito pues a que os subáis al ambón y que en los comentarios arrojéis luz sobre este tema. Cogeré vuestros comentarios, los meteré en la batidora cerebral, y con la mezcla resultante compondré una nueva entrada, haciendo como si ésta que hoy leéis jamás hubiera existido (dado que un bloguero no puede admitir no tener ni idea sobre un asunto tan importante).

Tenéis una semana para llevar a cabo la misión de formar mi opinión, que es el tiempo que tardaré en regresar de mi retiro espiritual. Gracias de antemano.

Que el Monstruo Espagueti Volador os ilumine.

Introducción a la Siensia, con Montserrat Nebrera

Hay cosas de los políticos que deberían darnos miedo. Por ejemplo si un político dijera algo así como “he votado contra la Ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo porque me lo ha ordenado un duende verde” habría que sentir escalofríos primero y después intentar que alguien le revise qué tal le anda la chola, porque algo le falla.

Si en vez de “porque me lo ha ordenado un duende verde” fuera “porque me lo ha ordenado la ciencia“, deberíamos proceder con igual pasmo. La ciencia, al igual que los duendes verdes, no da órdenes a nadie. En el caso de los duendes verdes se debe a que éstos no existen, y en el caso de la ciencia se debe a que ésta es en sí misma avalorativa y su misión es obtener conocimiento, no instruir moralmente.

Claro está que la investigación científica debe estar sujeta a principios morales, o que la ciencia puede estar guiada por la moral hacia la obtención de cierto conocimiento que permita satisfacer determinados objetivos que se consideren prioritarios. Pero la ciencia, como los duendes verdes, no ordena a nadie ni ahorrar agua, ni no sobrecalentar el planeta, ni no derramar petróleo sobre las costas gallegas, ni ordena votar contra una Ley.

Son los humanos los que, a la luz de los conocimientos que obtienen con la ciencia (y junto a un montón de factores más –por ejemplo las creencias sociales, las costumbres o los valores que inspiren el modelo de sociedad en el que viven-), deciden si es bueno o malo acabar con el Amazonas o si es conveniente o inconveniente fomentar el transporte público.

Esto que acabo de decir creo que debería ser asumible por cualquier persona con dos dedos de frente. No lo es para Montserrat Nebrera, que intenta basar sus opciones políticas en un supuesto respeto a “las leyes que rigen cada uno de los mecanismos del cosmos”, refiriéndose con ello no a unas leyes morales intangibles que regirían el Universo y que cabrearían a Dios cuando uno no las cumple o algo por el estilo, ¡sino a las leyes físicas! Veamos su estupefaciente intervención en una conferencia (la cual podéis ver aquí):

No existe el derecho a forzar la naturaleza humana, (…) de hecho la ciencia va avanzando en una idea que acabará por consumar: la naturaleza sub-atómica y la supra-atómica en realidad se rigen por las mismas leyes (…) la mayor parte de los físicos ya empiezan a hablar de que en la última infinitesimal partícula de cada uno de nosotros está Dios, ¡eso es la naturaleza humana! Las mismas leyes rigen cada uno de los mecanismos del cosmos, e ir contra esas leyes naturales es no solamente una aberración sino que jamás puede constituir un derecho (…)

Haced el esfuerzo de apartar a un lado tonterías manifiestas como esa de que, según Nebrera, la mayor parte de los físicos estarían empezando a creer en algo similar a “La Fuerza” de Star Wars (sólo que en vez de midiclorianos estaría Dios). Dejando un lado la apología Jedi de Nebrera, lo que nos queda es pa’ mear y no echar gota: según Nebrera la naturaleza (lo sub-atómico y lo supra-atómico) se rige por unas leyes mecánicas que no debemos contrariar sopena de cometer una aberración.

Me interesaría saber cómo es posible ir materialmente contra una de esas “leyes mecánicas del cosmos”. Hoy me levanté pecaminoso e intenté violar la ley de la gravedad. Pero claro, no puede. ¿Sabéis porqué? Porque como la ley de la gravedad sí es una ley de la naturaleza, es inviolable. A no ser que consideremos que volar en avión es ir contra la ley de la gravedad.

Las leyes físicas no se pueden violar. Si aborto, practico la eutanasia, prendo fuego al Amazonas, ayuda a cruzar a una anciana la calle o presto sal al vecino de abajo, estaré haciendo cosas buenas o malas, pero no físicas o anti-físicas.

Lo que hacía el Doctor Moreau en la novela de H.G. Wells era horrible, pero no iba contra las leyes de la genética: se servía de ellas para hacer híbridos entre humanos y animales. Lo que violaba Moreau no eran las leyes de la genética, sino las de la ética.

Montserrat Nebrera intenta (mediante el engaño, la mentira, y la argumentación chiripitiflaútica) revestir una teología con el manto de la ciencia. Señalémosla con dedo acusador: ¡qué jeta tienes, Nebrera! (o eso o estás chalada de atar).

[Entradas relacionadas: "Javier Caso, socialismo, ciencia y pseudociencia", "Hacer feliz a Txumari e infeliz a Marvin Harris" y "El Dalai Lama no recurre a la medicina que promueve"]

Epic fail!

Los de la “generación del botellón” (esos que vimos la luz en los 80) hemos tenido claras desde edad temprana un par de cosas: 1.- que el calimotxo bueno se hace con vino de cartón; 2.- que no es lo mismo una “magia” que un “combo”.

Sobre esas verdades generacionales relativas a los dos tópicos que definen a quienes nacimos por esas fechas (la ingesta inmoderada de alcohol y el acceso desde edad temprana a la tecnología) sustentamos nuestra existencia.

Como la verdad “1” se explica sola, explicaré la “2” para aquellos que no hayan venido al mundo con un mando de la NES bajo el brazo: las “magias” en los videojuegos de lucha son aquellos movimientos especiales de cada personaje mediante los cuales lanza ataques que vulneran con especial intensidad las convenciones de la física (bolas de fuego, invisibilidad, megahostiones…), mientras que los “combos” (abreviatura de “combinaciones”) son series sucesivas de golpes que se van encadenando para ser más destructivos.

Ayer, tras instalar por fin la TDT, puse un rato el canal “Intereconomía”, donde los tertulianos estaban haciendo “combos” sin parar. El tema era algo así como “el fracaso en Educación” y, aunque empezaron suave con cosas como “los jóvenes de hoy tienen una preparación nefasta”, pronto empezaron a encadenar tópico con tópico hasta llegar a límites sorprendentes como el de “la familia es una pequeña polis donde se reproduce el modelo económico imperante: en España el de la socialdemocracia, donde todo se regala” (by Montserrat Nebrera).

Como todos estaban más o menos de acuerdo, se iban acalorando unos a otros, se iban creciendo, y acabaron desmadradísimos. Ver el debate, como se dice por aquí, “prestóme pola vida”.

El caso es que siendo verdad que el sistema educativo en España deja mucho que desear (y, Bolonia mediante, más que lo dejará), los jóvenes de hoy no han salido peor preparados que los de generaciones anteriores. Sucede que el discurso del abuelo cebolleta se sustentan en que todo lo que viene es peor que lo que hubo.

Estos abuelos cebolletas ya vaticinaron que con la generación anterior a la mía, la llamada “Generación X” (la de los nacidos en los 70), llegaría poco menos que el fin del mundo por ser chavales apáticos, faltos de valores y mal preparados. Lo cierto es que las personas de esa “Generación X” fueron la primera generación con amplios conocimientos en idiomas extranjeros, generalmente muy receptiva hacia fenómenos como los derechos de los homosexuales o el laicismo, y con ellos se experimentó un auge tremendo en la participación en ONG’s.

Fiasco estrepitoso de los abuelos cebolleta, que seguirán errando una y otra vez al juzgar a las generaciones venideras. “Epic fail!” que diríamos los futuros fracasitos de la “generación del botellón”...

Lo mejor de la rojosfera

Me han llamado desde la Oficina de Asuntos Importantes de Olimpo y me han pedido que esta semana me encargue de traeros masticadito lo que se ha cocinado por la rojosfera. Así que con un "¡asusórdenes!" me he puesto diligentemente a repasar las entradas más destacadas de esta semana:

Empecemos con la comedia que se traen entre manos los políticos del PP y el PNV a cuenta de una posible moción de censura en Álava. Roberto Cacho lo representa de forma genial como una discusión entre adolescentes.

¿Engañan los economistas a los ciudadanos? Leed un una crítica radical a los economistas liberales de Alberto Garzón.

La archimalvada Corporación Umbrella del Resident Evil es la prima ficticia de la lamentablemente real Monsanto. Ángels nos trae un reputado documental sobre dicha empresa (sobre Monsanto, no sobre la Corporación Umbrella): echadle un vistazo.

Juan reflexiona sobre el blindaje de la constitución hondureña en su blog, ¡muy recomendable!

A propósito de las decisiones sobre el cierre de Garoña me han parecido especialmente buenas las entradas de Hugo y de Isaac Rosa. Y es que en Garoña hay fugas que no necesariamente radioactivas...

En Madrid hemos estado solidarizándonos con los hondureños: ceronegativo ha estado allí y nos ha traído unos vídeos.

Una noticia de última hora: después de un año de parón, vuelve la Fiesta del PCE, este año en Córdoba. Más detalles en el blog de Rafa.

Últimamente nos ha dado a un montón de blogueros por hacernos cuentas en twitter, y Ramón Redondo ha captado perfectamente la auténtica naturaleza del microbloguero:



¡Y la semana que viene la recopilación vendrá desde Kabila!

¡Pensar es gratis! (a propósito de la entrada de Juan)

Imaginémonos un país donde la transfusión de sangre estuviera totalmente prohibida. Tan prohibida que, si se sorprendiera a alguien practicándola, el agente de policía estaría legalmente obligado a disparar contra esos sujetos para preservar el imperio de la ley.

Imaginémonos ahora que en ese país un médico decide arriesgarse y, pensando que el deber moral de velar ante todo por la salud de su paciente prima sobre esa estúpida prohibición, decide hacerle una transfusión de sangre a un niño que sólo así se salvaría.

Imaginémonos que, en plena operación de transfusión, dos agentes de policía, amparados por el mandato de la ley, entran en la consulta y, sorprendiendo al médico que en esos momentos está llevando a cabo el prohibidísimo acto, disparan mortalmente contra él.

Cualquier persona extranjera que leyera el caso en la prensa podría gritar indignado “¡qué bárbaros, han cometido un asesinato contra ese médico!”. No se equivocaría el periódico al titular “Asesinan a un médico por intentar salvar a su paciente transfundiéndole sangre, cosa prohibida en su país”. Incluso ciudadanos del propio país, disconformes con la estúpida norma, podrían considerar que se trata a todas luces de un asesinato: “también se pueden cometer asesinatos legales, esto es, respaldados por la ley”, señalarían. Y todos ellos tendrían razón. Es más, yo considero que cualquiera (excepto algún enfermo que creyeran en el “positivismo ético extremo” –es decir, que creyera el deber de todas las personas de obedecer cualquier norma, por horrible que sea, por el mero hecho de ser una norma, incluida la norma de que prohibe trasfundir sangre a un niño moribundo sopena de muerte-) debería gritar “¡qué horrible, ahí se ha producido un asesinato!”.

Pero es posible que llegase unos días más tarde un analista y dijera: “Oigan, oigan…eso no es un asesinato. Para que esa inmoralidad que se ha cometido fuera un ‘asesinato’ debería ser primero un hecho típico, es decir, estar calificado como tal en su Código Penal. Pero en ese país no sólo no es considerado un asesinato, sino que (¡para vergüenza de la humanidad!) es algo perfectamente legal el disparar contra médicos que hacen transfusiones de sangre a sus pacientes, ¡incluso es una obligación legal para los agentes de policía el hacerlo!”.

Creo que esa reflexión del analista debería hacer que nos lleváramos las manos a la cabeza. Yo pensaría (dado que pensar es gratis): “¡Coño! Así que no sólo han cometido una aberración disparando contra ese médico…¡sino que incluso estaban obligados legalmente a hacerlo! Qué vomitivo. Teniendo en consideración eso, además de mostrar repulsa por el asesinato, habría que mostrar repulsa por las leyes que lo convierten en algo perfectamente legal”.

Habría que tener la mente un poco sucia para pensar que el analista, cuando señaló que no se puede hablar formalmente de asesinato, lo que estaría haciendo es “justificar el asesinato del médico” o “darles argumentos a los asesinos para legitimar su acción”.

Bien, pues el médico sería Zelaya, los policías que dispararon serían los golpistas y el analista sería Juan Peña, al que le han caído unas hostias considerables en los comentarios de su blog por señalar que para vergüenza y escarnio de quienes creen en la democracia, en Honduras está permitido cesar legalmente e inhabilitar a quienes meramente propongan el reformar ciertas cuestiones de su Constitución. Es decir, que le han criticado por ir un poco más allá que el resto y señalar que lo que está sucediendo es doblemente criminal: primero por ser una aberración objetiva, y segundo por ser además una aberración criminal que (con una lectura enfermiza de la Constitución hondureña) incluso podría tener respaldo legal.

Entradas que deberías haber leído, por Rafa

Rafa ha vuelto a retomar esa sana costumbre que teníamos algunos blogueros de la rojosfera de seleccionar las entradas que a su juicio eran las más destacadas de la semana. Así que ya puedes ir a su blog a ver qué nos cuenta sobre lo que han escrito Ceronegativo, Ventanas, Kike, Juan, Lucien, Angels , un menda, Hugo, JavierM, Paco, Mileurismo o Asier.

Papá y Mamá no eran marxistas

Si lo hubieran sido, ahora me plantearía si creo en lo que creo por convicción racional o si lo hago por una educación asimilada acríticamente. Afortunadamente el único miembro de mi familia interesado especialmente en la política era mi padre, quien era y es (a pesar de mis aburridísimos sermones) un hombre de derecha tradicional: españolista, conservador, creyente pero no meapilas y socioliberal en lo económico.

Es por eso que puedo descartar que mi adscripción al comunismo sea fruto directo de las enseñanzas familiares…aunque no indirecto: no recibí una educación fuerte en materia política ni en cuestiones religiosas (aunque sí en valores cívicos), lo que sumado a un ambiente doméstico poco opresivo y muy tolerante con casi cualquier idea, favorece que haya acabado aquí.

Hasta fechas relativamente recientes pensaba y me comportaba políticamente como el discurso hegemónico espera que uno piensa y se comporte políticamente: asumiendo el núcleo fundamental del sistema capitalista y permitiéndole a uno que sea crítico con cuantos aspectos relativos a su periferia quiera. En ese sentido era un miembro ejemplar del rebaño y me sentía orgulloso de ello: ¡eran las personas como yo, moderadas y responsables, las decisivas para que gobernara Jack Johnson en vez de John Jackson!

Ahora sigo siendo, como no podía ser de otra manera, miembro del rebaño, pero un miembro consciente de que tanto Jack Johnson como John Jackson gobiernan a pesar del rebaño y, en demasiadas ocasiones, contra el rebaño.

El hostiazo que me hizo caer en el Lado Oscuro fue el tomar consciencia de que era inviable arreglar un planeta como el que tenemos (en el que el 20% de la población acumula el 80% de la riqueza, mientras que el 80% de los humanos se queda con el 20% restante) a base de buenrollismo. Reparé entonces en que los únicos colgaos con una receta superadora del sistema realmente existente eran los socialistas que recogían el testigo de la tradición marxista.

Hoy me reafirmo en dos ideas fundamentales (que quedan muy ñoñas cuando se plasman por escrito, qué le vamos a hacer): primera, que no basta con intentar ser bueno en un mundo malo, sino que, además de esforzarse por ser bueno, uno tiene que elegir también querer vivir en un mundo bueno; segunda, que la sociedad más noble a la que se puede llegar (y por tanto la sociedad por la que hay que luchar) es aquella en la que cada cual aporte al bien común según su capacidad, y reciba del bien común según su necesidad.

[Viene de la entrada anterior, “Trayectorias”]