Que se me erizan los pelillos…


"Cayo Lara explica al Rey cómo acabar con la Monarquía”. Joer, qué gustirrinín recorre mi cuerpo mientras leo la noticia. Fijo que tanto placer no es sano: seguro que engorda, como casi todo lo bueno.


PSOE, ¿qué hacer?

Me invita desde su blog el coleguilla J.E. (militante del PSOE de Ciudad Real) para que dé mi respuesta a la siguiente pregunta: "¿Que es lo mínimo que debería hacer el PSOE para que lo sitúes en la izquierda sin necesidad de volver al marxismo?".

Como véis J.E. me conoce bien porque es amiguete, y basa su pregunta en la premisa de que yo no considero al PSOE una organización de izquierdas en sentido estricto. Digo en sentido estricto porque en sentido amplio sí lo considero como tal: es más laicista, menos neoliberal, y más progresista en los derechos personales sexuales y de disposición de la propia persona que su alternativa en el poder, el Partido Popular. Así que, estando el "centro político" del "eje de la alternancia en el poder" en algún lugar entre el PSOE y el PP, qué duda cabe que es el PSOE el que está a la izquierda de ese centro (un centro que, en España, está puesto muy a la derecha: en Francia personas "de centro" como François Bayrou han dicho cosas tales que: "je ne crois pas une seconde que le capitalisme sera moral (...) l'adhésion au capitalisme comme modèle de société est à peu près le contraire exact de ce que nous pensons", acusando a Sarkozy de ser favorable al capitalismo y a la globalización).

Pero, en sentido estricto, creo que se requiere algo más que ser "menos malo" o "algo mejor" que gente que, como Esperanza Aguirre o Gustavo de Arístegui, parecen súbditos del Doctor Doom por su villanía manifiesta (el PP está compuesto por gente que no sólo es malvada, ¡sino que además tienen pinta y modales de supermalo!).

¿Cuál creo que debe ser ese "algo más"? La voluntad de atentar (aunque sea "atentar moderadamente") contra los intereses de la minoría privilegiada en pro de los intereses de las mayorías. Y digo "voluntad" porque capacidad la tiene: es un partido que aglutina la mayor parte del voto de los trabajadores, es decir, tiene no sólo legitimidad para hacerlo sino que además tiene la fuerza que da tener el respaldo de los que son imprescindibles en una sociedad (tal vez en el Universo Paralelo 486 pueda existir una sociedad con patronos pero sin currelas, aquí, en la "Tierra 616" aún no se ha dado ese caso, aunque sí su contrario).

Obama me sorprendió recientemente (y supongo que habrá sorprendido a muchos más...intuyo que incluso a algunos que le financiaron la campaña) al plantear la reforma del sistema sanitario estadounidense para acercarlo a un modelo de atención pública y universal. Esa es una política valiente, que jode bien los intereses de las compañías aseguradoras en pro de los intereses de las mayorías. Esa actitud de Obama en relación a la reforma sanitaria le falta al PSOE en la inmensa mayoría de sus políticas.

Leíamos recientemente en el blog de Escolar que "un empleado paga hasta el 43% de sus ingresos. Un empresario paga el 30% de sus beneficios (que no ingresos). Y los ricos muy ricos pagan el 1% a través de una SICAV (Sociedad de Inversión de Capital Variable)". ¿Se plantea el PSOE reformar el sistema tributario para meter mano a esos que pagan entre el 1% y el 30%? Ni se le pasa por la cabeza: como mucho subirán el IRPF, redistribuirán mejor dentro de los asalariados, sin atentar (ni siquiera de una forma moderada) contra quienes no necesitan irse a un paraíso fiscal porque ya lo encuentran en España.

Para ganarse el "Certificado de Buen Comportamiento Izquierdil, otorgado por el Observatorio Político y Chipipitiflaútico del Hijo Rojo", el PSOE debería afrontar cuatro tareas inmediatamente: situarse del lado de quienes intentan mejorar las condiciones de las mayorías en otros países, y no con sus enemigos; poner en práctica sus buenas ideas (que las tenéis de vez en cuando, como la gran idea de la Alianza de Civilizaciones o el apoyo al Proyecto Gran Simio, aunque ninguna de las dos se llevó a fin); revertir la posibilidad de que los servicios públicos sean gestionados por empresas privadas; y emprender una reforma del sistema tributario que le toque el bolsillo a la minoría.

Debate sobre el estado del anticapitalismo

Dos compañeros de batallas dialogan sobre política, mercado y convivencia.



Dedicado a Yurrita y a su eterna lucha contra la retaguardia del lumpenproletariado. Recibido vía Benja.

"Motivo nº53" & "Motivo nº 86"



Idea original de Viul.

Jueces: mean, bailan y eructan

Es mi obligación desvelaros algo que no muchos saben: los jueces son humanos. En serio, lo son. Algunos riñen a sus hijos por suspender Matemáticas, los hay que leen “Libertad Digital”, y a unos cuantos les gusta tomar cubatas los sábados por la noches.

No son robots. No son ángeles asexuados. No aplican el Derecho mecánicamente. Es más: ni siquiera su herramienta de trabajo, el Derecho, está creado por robots.

El Derecho no es un asunto espiritual, aunque lo parezca. ¡Es de lo más mundano! Lo que pasa es que fue necesario confinarlo en el baúl de lo místico para impedir que, si llegamos a conocer su auténtico ser, estemos tentados a rebelarnos contra él.

Tras la edulcorada versión teórica según la cual el Derecho es una especie de consumación de la ética social cuya tarea es solucionar los conflictos con arreglo a la justicia y a la equidad, se nos oculta la realidad, bastante más difícil de digerir, en donde el Derecho se erige como una herramienta de legitimación de las relaciones de dominación. En serio: el Derecho toma partido, los operadores del Derecho también.

Las normas ofrecen un abanico de posibilidades enormes, y los jueces eligen de entre ellas las que prefieren (algunos guiados por el ideal de justicia, otros guiados por el editorial de “El Mundo” del día anterior, otros guiados por la interpretación más sencilla de aplicar porque quieren liquidar la sentencia pronto e irse a pescar…)

Algunos jueces deben directamente su puesto a una designación política. Es el caso de los que forman parte del Tribunal Constitucional. Son “jueces políticos”. Tanto es así que un sinónimo para referirse al Tribunal Constitucional es “el legislador negativo”: las Cortes Generales hacen las leyes que quieren dentro de las múltiples opciones que les permite la Constitución (por eso son “el legislador positivo”), y el Tribunal Constitucional deshace las leyes que quiere dentro de las múltiples opciones que le permite la Constitución (por eso es “el legislador negativo”).

Algunos gritan estos días “¡es intolerable manifestarse para presionar a unos jueces!”. Yo me uno a los que se preguntan, ¿por qué iba a ser intolerable hacerlo?

[Entradas relacionadas: "El uso alternativo del Derecho", "Romper un pacto roto", "Cuestión de fuerza. El derecho a huelga de los jueces" de El Hijo Rojo; y "Y si el Estatut sale inconstitucional como la LOAPA, ¿qué va a pasar?" de Ceros a la Izquierda]

Eurocomunismo y Programa

Ha venido a verme un colega a casa y me ha encontrado tirado en el suelo, llorando desconsoladamente, maldiciendo en klingon y arrancándome los pelos de la barba.“¿Qué te pasa?” me preguntó mientras me inyectaba en vena algunos gramos de diazepam.“¡Pues que Rafa Hortaleza me ha hecho mucha pupa!”, le contesté. Y es que mirad lo que ha dicho, a propósito de Carrillo:

Tengo en la estantería su libro "Eurocomunismo y estado" (1977) […] y lo sigo encontrando plenamente vigente. ¿El PCE necesita un manifiesto programa? Yo fotocopiaría ese libro y lo repartiría entre la militancia quitando alguna cosa aquí y allá. A veces ojeo algún capítulo y me sorprendo al ver lo que se parece al programa de Izquierda Unida.

Esas líneas me han dejado tan dolido que no puedo entrar a considerar la figura de Carrillo por parecerme un tema secundario al lado de esto. ¡Qué hiriente puede llegar a ser Rafa cuando se lo propone! Voy a contestarle al tiempo que me voy tomando un vaso de haloperidol con benzodiazepina (mezclado, no agitado) para ver si me tranquilizo.

Al Eurocomunismo puedo concederle, como hacía el camarada Sacristán, tres aciertos: una crítica sana a los errores de la tradición comunista, una voluntad de analizar las novedades de la estructura social, y una percepción acertada de la difícil viabilidad de un horizonte revolucionario cercano en esta Europa en la que vivimos.

Y, junto a eso, tiene el Eurocomunismo un vicio gigantesco que da al traste con los aciertos que pudiera tener: la liquidación de la naturaleza revolucionaria de los comunistas, la conversión de éstos en socialdemócratas.

Ya que no vamos a lograr que la gente salga en masa a plantar unas barricadas en la Gran Vía madrileña, ya que la revolución es aquí y ahora algo que se presenta como irrealizable, el Eurocomunismo opta por orientar la labor de los comunistas hacia una lucha parlamentaria en la que lograríamos ser hegemónicos.

La desmantelación del Partido Comunista de España como organización de cuadros y sectorializada hacia una estructura “de masas” organizada electoralmente no es algo que surgió de la nada: es parte esencial de la teoría eurocomunista, se infiere directamente de su doctrina.

El Eurocomunismo no plantea ninguna “vía al socialismo”: es una justificación de la conversión de organizaciones de naturaleza revolucionaria en organizaciones electoralistas.

Se da la ironía de que la organización a la que Rafa alaba en su entrada, el Partido Comunista de Portugal, es un Partido que no sufrió el Eurocomunismo, y que por tanto nunca llegó a aceptar resignadamente el limitar su lucha al juego parlamentario. El Eurocomunismo disfraza esa resignación de “vía gradual al socialismo”. Por eso no puede servirnos como “Manifiesto-Programa”: porque no propone nada, se limita a justificar la actuación posibilista en estos tiempos difíciles en los que vivimos.

El Eurocomunismo es una teoría mentirosa: dice tener un plan cuando en realidad no tiene ninguno. No es honesta. Así fue que en 1982 nos pegamos tal hostiazo en las elecciones que el Eurocomunismo quedó herido de muerte: supuestamente íbamos a cambiar el mundo desde las instituciones de las democracias occidentales, íbamos a evitar el choque directo, íbamos a dirigirnos “en paz y libertad” gradualmente al socialismo, íbamos a logar la hegemonía desde el Parlamento…y resulta que nuestro gran plan cosecha el 4,02% de los votos. El plan no era tal plan.

El PCP fue fiel a lo mejor de la tradición comunista: trabajar desde el Parlamento, pero siendo conscientes de que no es desde ahí desde donde lograremos la hegemonía social. Que no podamos hacer ahora grandes cosas no significa que tengamos que convertirnos en lo que no somos, como pretende el Eurocomunismo. En ese error nunca cayó el PCP, de ahí que disfruten de una organización fuerte a pesar de la debilidad generalizada de la izquierda en Europa.

No creo que el Eurocomunismo se parezca al programa de Izquierda Unida: nuestro programa no miente, el Eurocomunismo sí. No pretendemos engañar a nadie: queremos llegar al socialismo, pero no disfrazamos nuestra debilidad presente de “plan para una transición gradual al socialismo” como lo hacía el Eurocomunismo.

Pretendemos que nuestra práctica cotidiana sea lo más útil posible a la sociedad con las escasas fuerzas que disponemos; pero no nos hacemos trampas al solitario, ni creo que se las hagamos a los demás; desde Carrillo nadie ha intentado vender la moto de que ésta era la senda que nos llevaría hacia la hegemonía: admitimos que la receta no la tenemos.

En IU somos infinitamente más humildes y más sinceros de lo que lo era el Eurocomunismo. Y seguramente ahí estará nuestra salvación: creo que hay un gran número de personas en IU que somos conscientes de que por ésta vía no lograremos mucho más, que hay que explorar otros caminos, que algo nuevo tendremos que hacer. La honestidad es lo que diferencia al programa de IU de la teoría Eurocomunista.

En resumen, querido Rafa, eso es lo que ha supuesto el Eurocomunismo: tres aciertos con los que no hemos logrado avanzar gran cosa, y un error tan grave que sigue amenazando con liquidarnos.

[Entradas relacionadas: "PCE: Presente, pasado y futuro" de Ceronegativo , "Hablemos de cerosalaizquierda, elhijorojo y Carrillo" de A bloguear, a bloguear]

Demasiado mítico: “¡Siempre nos perjudican!”

Nos van a meter la repetición del empujón (perdón, “choque”) de Natalia Rodríguez a Burka hasta en la sopa. Si mañana en el trabajo queréis ser españoles de bien, esto es lo que tenéis que decir: “había espacio de sobra para pasar” y que la etíope se tiró.

El discurso oficial ha de ser que no sólo la descalificación de Rodríguez es injusta sino que es siempre lo mismo: ¡van a por nosotros sistemáticamente!

Si quieres ser un español de bien, no lo dudes: hay que cagarse en los árbitros que no paran de jodernos, ¡como si no tuviéramos bastante con Zapatero!

Cosas en las que no debes pensar, si es que quieres ser un español de bien:

En los Mundiales de Sevilla, Niurka Montalvo consiguió un oro con un salto que fue reclamado como nulo por los italianos. Las imágenes mostraban cómo el pie de Montalvo estaba sobre la plastilina, pero no había dejado marca. Finalmente el recurso no prosperó y Niurka Montalvo se llevó el Campeonato del Mundo.

En los Mundiales de Osaka los árbitros repescaron a Higuero a pesar de que éste había quedado noveno en su serie de la semifinal por un caso de empujones. Higuero, que ni siquiera se cayó, había sido empujado bastante menos de lo que Natalia Rodríguez empujó a Burka. Gracias a los árbitros Higuero pudo disputar la final del 1.500.

Si quieres ser un español de bien, no puedes tener memoria.

[Entrada relacionada: "¡Pero si a mí me gusta Rossi!"]

Comentarios en "Vaya avería que monté"

Durante estos días en la prensa asturiana se siguió de cerca el caso de la desaparición de un chaval de 23 años del que no se supo nada tras la fiesta de “Les Piragües” en Ribadesella. Estuvo desaparecido diez días, provocando el ingreso de su madre en un Hospital por el disgusto de su hijo perdido.

Ha reaparecido hoy en Pravia en un control rutinario de la Guardia Civil. A los agentes les dio por pedirle la documentación y vieron que era el chico desaparecido. Él dice que se pasó estos días en Alicante con una amiga. ¡Ah!, y durante este tiempo se ausentó de su puesto de trabajo…¡ahora tiene miedo de haber perdido el curro!

Sus primeras declaraciones a la prensa: "¡Vaya avería que monté!".

Veo que la noticia en "La Nueva España" lleva ya 200 comentarios. Algunos me han llegado al alma.

Hay comentarios exculpatorios: “¡Pero qué queréis! Con 23 años, pierde el móvil, encuentra a una amiga. Te invita a Alicante a "pasar" unos días. ¿Qué habrías hecho vosotros, hombre? Pues coger los ahorrillos, el bañador y largarte. "Ya llamaré a casa luego", nos diríamos todos. Un poco de cuartelillo, por favor.”

Los hay que se ponen en el lugar del padre: “Si ye fíu míu lu fartuco a hosties”; “El abrazu esi… paez que i-va a arrancar una orella como Anibal el Caníbal…y el rapaz vuelve los güeyos en señal de socorro…”

Los hay de ánimo: “Yo voto porque des tú el próximo pregón de Les Piragües. Saludos grande.”; “Tranquilos que este acaba de diputao o senador”.

Los hay conspiranoicos: “A mi todo esto me huele muy muy raro…y me da que algo hay algo más que no se sabe...”

Los hay antropológicos: “Ya se te ve en la cara que muy espabilau no saliste, campeón; “Una patatina pal’ kilo sí que-i falta”; “¿Cuántas pastis te comiste en el Acqua Sella pa’ acabar en Alicante?”

Y los hay que no pueden faltar: “Esta es la España de ZP”.

Glorioso concepto: "flexibilización patronal"

“Llevamos treinta años de reformas laborales, todas con la excusa de hacer crecer el empleo reduciendo la famosa “rigidez”, sin que hayamos dejado de ser el país con más paro de Europa. ¿Para cuándo la reforma empresarial? Si tras once recortes, precarizaciones y pérdidas de derechos de los trabajadores y trabajadoras, los empresarios españoles no han sido capaces de aumentar la célebre competitividad, elevar el nivel tecnológico, mejorar la autofinanciación de las empresas será porque no saben o porque no les interesa. A lo mejor es a ellos a los que hay que reformar. O puestos a ello, echarlos.

Pero seamos moderados. Conformémonos de momento con refundar un sector público potente, apoyado en la economía social y en iniciativas de desarrollo territorial que creen empleo, atiendan necesidades sociales reales, protejan el medio ambiente y eleven el nivel tecnológico y cultural.

A los empresarios privados mantengámoslos controlados y alejados de los bienes y servicios públicos y comunes. Como primer paso para flexibilizarlos. Definitivamente.

Extracto del artículo de Javier Navascués para el Cuadernillo especial de Mundo Obrero sobre la crisis. Le compro el concepto y procedo a incorporar a mi vocabulario político el término "flexibilización patronal". Sublime exigencia.

[Entrada relacionada: "Sobre moderados (comunistas) y extremistas (capitalistas)"]

Disciplinas en IU

Ha suscitado Viul un interesante debate en su blog (aquí y aquí) a propósito de si sería conveniente o no que los militantes del PCE actuaran en IU con disciplina de voto. Si el PCE fuera una fuerza muy minoritaria dentro de IU, este tema no tendría mucho recorrido. Sin embargo el PCE representa una parte importante de la militancia de IU, y muy probablemente actuar de una manera u otra podría alterar los resultados de algunas decisiones en muchos niveles, desde el ámbito local hasta el federal.

Señalaba iBUS en los comentarios que este debate es recurrente también fuera de nuestras fronteras, habiéndose suscitado recientemente en el Reino Unido en relación a la actuación del SWP dentro de Respect. Y es que el debate podría darse en casi todos los sitios: en Cataluña, donde los compañeros del Partit dels Comunistes de Catalunya (PCC) son mayoritarios en el referente catalán de IU, Esquerra Unida i Alternativa; en Baleares, donde los integrantes de "IU Abierta" son mayoritarios en Esquerra Unida de les Illes Balears; o, en general, en cualquier otro lugar donde exista una sensibilidad mayoritaria y que de su actuación disciplinada dentro de la organización dependiera que se tomaran unas decisiones en lugar de otras.

Vaya, que estamos ante todo un clásico transfronterizo.

Izquierda Unida no es un “frente de masas” más para el PCE. Cuando el Partido Comunista apuesta por una IU organizada como un movimiento político y social significa que no se limitará a tratarla como un “frente electoral”, sino que buscará a través de ella nada menos que articular un programa de construcción del socialismo donde tenga cabida todo el “pueblo de izquierdas”. IU es posiblemente, exceptuando la creación de las Comisiones Obreras, el proyecto más ambicioso en el que se ha embarcado el PCE en el último medio siglo.

En mi opinión se debería buscar el equilibrio huyendo de dos extremos:

El primero extremo, convertir al Partido Comunista en una afiliación simbólica, sin contenido práctico ni labor militante, por considerar que Izquierda Unida ha sustituido el papel que tenía el PCE.

El segundo extremo, convertir al Partido Comunista en un bloque monolítico dentro de IU, de forma que todas las decisiones que tuvieran que tomarse en IU en todos los niveles fueran antes debatidas y acordadas en el seno del PCE, y luego trasladadas disciplinadamente a IU.

El primer extremo hace que el PCE carezca de sentido, y el segundo extremo dificulta en la práctica la participación real de los no militantes del PCE allí donde el Partido Comunista sea mayoritario.

Para evitar lo primero hay que organizar al PCE de tal forma que sus estructuras no dupliquen las de Izquierda Unida. Apostar por el proyecto de IU como movimiento político y social tiene un precio (que es la vez una gran oportunidad): la necesidad de que el PCE deje de organizarse como un partido tradicional, pues una parte fundamental de las labores que realizan los partidos tradicionales estarían desarrolladas por IU, permitiéndonos retomar sin muchas dificultades labores especializadas sectorializando el Partido.

Evitar el segundo extremo creo que pasa por convencer al militante con nuestro proyecto para IU. Si las ideas que vienen del Partido no seducen, difícilmente se podrá cohesionar a la militancia: hay que intentar disciplinar por la fuerza de la convicción. Esto creo que se logró en buena medida en la última Asamblea Federal, logrando que el grueso de la militancia se organizara en el proceso entorno al documento de “Otra IU es Posible”: se logró unidad en torno a unas ideas que se consideraron mayoritariamente más convenientes.

La disciplina de voto de los comunistas del PCE en IU debería reservarse para las cuestiones fundamentales: reunir una asamblea local del PCE antes de una reunión ordinaria de la correspondiente asamblea local de IU es duplicar las estructuras (de ahí que abogue por una organización sectorial del PCE que no posibilite esta duplicidad), y es malo para un debate plural allí donde los militantes del PCE sean mayoría.

También se debe realizar una labor didáctica dentro del Partido: la afiliación al PCE es voluntaria, y supone que uno está dispuesto a seguir las decisiones acordadas por sus órganos. Se tiene el derecho a participar en la toma de decisiones a cambio del deber de acatar la decisión que resulte aprobada. Debemos fomentar una actitud responsable de los afiliados del PCE, donde quien no esté dispuesto a seguir las líneas marcadas por los Congresos sepa que su sitio está fuera del PCE. Esto, que es algo natural e intuitivo en IU (todos los afiliados a Izquierda Unida saben que su implicación en el proyecto pasa por acatar las decisiones de la Asamblea), es algo que se ha perdido en el Partido Comunista, probablemente debido a que durante bastante años la militancia en el PCE era meramente simbólica.

Para concluir, admito que me inclino por una postura que puede pecar de “buenrollista”: se corre el riesgo de que, mientras otras corrientes de IU pudieran actuar disciplinadamente en todos los ámbitos, los comunistas organizados entorno al PCE reserven su disciplina exclusivamente para las cuestiones fundamentales marcadas por el Congreso.

Trasladado a un ejemplo hipotético, existiría el riesgo de que el PCC, la CUT, “IU Abierta”, o cualquier otra corriente integrante de IU decidieran de antemano en su seno todas sus posiciones mientras que los camaradas del PCE o del PSUC-VIU posponen su toma de decisiones al debate en el seno de la correspondiente asamblea de IU o de EUiA. Pues sí, pero creo que es un riesgo que hay que correr para beneficiar al proyecto de Izquierda Unida como movimiento político y social.

[Por cierto, cosita relacionada: nos cuenta Rafa que se ha creado un grupo en el Facebook del XVIII Congreso del PCE]

Rebota y en su culo explota

Una entrevista realizada por La Vanguardia al diputado del PSOE José Andrés Torres Mora nos ha permitido ver que hay gente que, pensando lo correcto sobre los demás, no logran extender su acertada crítica a sí mismos.

Le preguntan a Torres Mora acerca de si es verdad que él cree que Rajoy es "nacional-católico", a lo que contesta muy acertadamente "es una persona muy conservadora, y su partido no es un partido liberal comprometido con las libertades individuales, ni uno democratacristiano comprometido con el Estado del Bienestar".

Tiene Mora más razón que un santo, lástima que no dirija hacia sus propias filas su acertado criterio. Si lo hiciera, tendría que admitir que el PSOE es sólo un poco menos meapilas que el PP, sólo un poco menos neoliberal que el PP, y tan poco comprometido con la libertad de las mayorías en el planeta como los "nacional-católicos".

En Asturias (ese lugar del norte peninsular que no sale en los telediarios) el PSOE es tan privatizador de la gestión de los servicios públicos municipales como el PP, e incluso más favorable a que los usuarios paguen por los servicios de la Sanidad Público (el llamado "copago sanitario") de lo que lo es el PP.

Torres Mora estaba en lo correcto, pero lo que dice sobre el PP rebota y en el culo del PSOE explota.

¡Pero si a mí me gusta Rossi!

Hace unos meses me descubrí a mi mismo "psicoanimando" a Pedrosa en un enfrentamiento con Valentino Rossi en MotoGP. Cuando acabó la carrera (no recuerdo ahora mismo cuál de los dos ganó, tampoco importa a estos efectos) Pedrosa puso su habitual cara de pasa, y Rossi empezó a hacer monerías de lo más simpáticas, muy afable y divertido, felicitando al resto de pilotos.

¿Por qué animaba yo a Pedrosa? ¡Pero si es un seco! Y tampoco es que pilotando sea un espectáculo a lo Garry McCoy....El único mérito que había atesorado Pedrosa para ganarse mi entusiasmo en detrimento de Rossi es que era español.

Hice memoria y descubrí que esto me viene pasando toda la vida: deseaba que el sin-carisma de Olano ganara a Pantani, a pesar de que estaba enamorado de las exhibiciones que hacía el segundo subiendo. Me alegré de que Nadal le ganara a Guillermo Cañas, a pesar de que el argentino es el tenista más enrollao he visto y además suele venir a jugar al Tenis Playa de Luanco.

Muchos de nosotros tenemos tan interiorizado el nacionalismo que incluso nos cuesta detectarlo cuando se manifiesta, incluso (o sobre todo) cuando lo hace en las formas más triviales.

Hugo habló de esto mismo hace un año, también a propósito del deporte (uno de los lugares donde más claramente se manifiesta este fenómeno del "nacionalismo de baja intensidad") en su entrada “nacionalismos banales”. Decía el susodicho: “Hace unos meses Zapatero afirmaba que el nacionalismo era cosa de otro país, de otro continente y de otro siglo. No podía estar más equivocado. Lo que posiblemente sea extemporáneo es declararse nacionalista. Pero el pensamiento nacionalista pocas veces ha sido más hegemónico que ahora, que aquí. Lo es de forma inconsciente e incluso en nombre del no-nacionalismo.” ¡Pardiez, qué razón tiene el jodío!

[Algunas entradas relacionadas: "Ni un duro al deporte de élite", de El Hijo Rojo; "Fútbol y nación", de ceronegativo; "¿Todos con España?" de Javier Ortiz y "Chapoteando en el charco nacionalista I y II" de Rafa Hortaleza]

PPasadísimos de rosca

¡Me cagüen’to, cómo se las gasta Ana Mato! Dice la Vicesecretaria General del PP que “Zapatero es la persona más dictatorial del mundo”.

Bien que me fastidia: ahora para distinguirnos de la derecha tendremos que sustituir clásicos cánticos de manifestación de gran raigambre en el movimiento obrero, como el de “lo llaman democracia y no lo es / es una dictadura y lo sabéis” por algo más preciso y menos anamatesco como “lo llaman democracia y no lo es / es una oligarquía que hace que las decisiones trascendentales no sean adoptadas por la voluntad popular expresada a través de sus representantes, sino que vengan determinadas por el poder económico y lo sabéis”. ¡Pero claro, a ver cómo metemos eso en un verso decasílabo!

El PP está pasadísimo de rosca desde hace mucho tiempo. Hubo algún momento, tras la victoria de Rajoy en el Congreso frente a los filo-losantistas, en el cual parecía que iban a intentar perseverar en su eterno “giro al centro”. Poco les duró. Últimamente parece que sus dirigentes viven en una tertulia de Intereconomía permanente, con unas arengas que únicamente pueden convencer a los que ya estaban convencidos de antes, a esos que no necesitan hacer grandes esfuerzos para creerse la locura de que el Partido Popular está siendo discriminado policial y judicialmente.

Su discurso, como táctica de desgaste al gobierno, es inútil. Como táctica para atraer nuevos votantes a su granero (los necesarios para ganar unas elecciones generales), es de lo más ineficaz. Y yo, por supuesto, me alegro de ello.

TDT de pago: allá se maten

Para tener una postura razonable en este asunto debemos constatar que en la aprobación por parte del Gobierno de una Televisión Digital Terrestre de pago no existe ninguna necesidad social en juego: no se trata de vivienda, ni de alimentación, ni de energía, ni del acceso a las telecomunicaciones, ni del derecho a recibir a una información veraz, ni a contar con unos medios públicos de calidad…se trata de ver fútbol por la tele.

No hay ningún interés socialmente relevante en todo este asunto. Se trata de dos grandes empresas, Sogecable y Mediapro, zurrándose por ver quién hace más pasta con la emisión de partidos de fútbol por la tele.

La aparición de un nuevo soporte a través del que ver fútbol de pago no sólo no perjudica a los aficionados a ver al Madrid y al Barça por la tele, sino que posiblemente les beneficiará, al terminar con el monopolio que tenía sobre esta materia Digital Plus. Yo, que bajo al bar a ver un partido al año, seguiré desayunando con “Phineas y Ferb” (¡gloriosa serie!) del Disnney Channel por la TDT como lo venía haciendo hasta el momento: no me afecta en absoluto, y dudo que llegue a afectarme para mal en el futuro.

¿Se ha hecho la operación torticeramente, por Decreto Ley, alegando urgente necesidad, para beneficiar a Mediapro en detrimento de PRISA? Sí, pero este es un asunto que constituye un tema en sí mismo: el mal uso de los instrumentos legislativos y la relación simbiótica entre los grupos de comunicación y el poder. Existe un poder económico que se escapa al control democrático, y al que sirven incondicionalmente los políticos: John Jackson mejorando a unos, Jack Johnson favoreciendo a los otros. Ambos turnándose en la violación constante del Estado de Derecho. Esto la izquierda lo viene denunciando desde la época en que los delfines dominaban la Tierra.

Lo que ha puesto de manifiesto esta operación del Gobierno es que la relación de dependencia mutua entre las empresas de comunicación y los políticos en el poder sigue como siempre. Dejando esta constante a un lado, la operación en sí misma no parece que vaya a ser mala para los consumidores de fútbol televisado.

El baile no-erótico de Miley Cyrus

Es muy difícil construir un Imperio contando con ciudadanos críticos, razonables y sensibles. Lo apropiado para una superpotencia es tener una gran masa de habitantes aborregadísima, supersticiosa y meapilas. Para lograrlo hay que invertir muchos recursos en publicidad y adoctrinamiento, pero eso acaba siendo más efectivo y barato que andar todo el día reprimiendo a manifestantes.

La columna vertebral del Imperio Realmente Existente, los W.A.S.P. (“White, Anglo-Saxon and Protestant”, uséase, “Blancos, Anglo-Sajones y Protestantes”) han puesto el grito en el cielo porque Miley Cyrus, una cantante de 16 años (y protagonista de una serie en el Disney Channel, Hannah Montana), ha hecho una actuación en la que, si te fijas muy mucho, estas predispuesto a ello y tienes la mente guarrísima, parece que podría estar haciendo algún tipo de baile erótico. La reacción W.A.S.P. no está exenta de lógica: ¡se empieza con chavalas de 16 años saliendo por la tele en minifalda y, degeneración tras degeneración, se acaba enseñando la Teoría de la Evolución en las escuelas!

Si alguien viaja a Estados Unidos, que no extienda por ahí el que aquí el Club Megatrix de Antena 3 era presentado por la cantante Natalia en bikini: no quiero que nos pase como a los afganos o a los iraquíes. Ya sabéis que el Imperio sólo necesita una excusa para joder un país a bombazos, y nuestro perverso libertinaje sexual televisivo en los programas infantiles sería el pretexto perfecto. Menos mal que no tenemos petróleo.

Dime con quién te identificas, y te diré quién eres

Tengo un colega psociatilla con el que no me es difícil llegar a puntos de acuerdo cuando hablamos de los problemas de España. Yo cedo un poco y descarto lo de pasar a los banqueros por la guillotina, él cede un poco y me admite que no mola nada lo de endeudarse para dar dinero a la banca y que luego ésta acabe comprando ese deuda pública…y así vamos cediendo y dando pasitos hacia el entendimiento. Pero cuando nos ponemos a hablar de América Latina…ahí no hay entendimiento posible: tiene tan asumido el “discurso PRISA” que es imposible sacarle de sus posiciones (posiblemente él dirá que yo tengo muy asumido el “discurso rebelión.org” y que de ahí no hay quién me mueva).

Esa imposibilidad manifiesta de llegar a acuerdos en lo respectivo a América Latina entre dos personas que no sufren grandes dificultades para ponerse de acuerdo en política nacional, demuestra que donde realmente se están moviendo las cosas, donde se presenta más en carne viva la lucha de clases, donde los intereses entre explotadores y explotados se presentan más irreconciliables…todo eso sucede allí y no aquí.

Es ilustrativo que el “centro-izquierda” europeo (Zapatero, Brown) no se corresponda con el “centro-izquierda” latinoamericano (Lula, Kirschner, Bachelet), sino que aquellos, a la hora de tomar las decisiones importantes, se sitúan al lado de la extrema-derecha latinoamericana.

Puede ser comprensible que un gobierno socioliberal como el español no tenga como referentes a Chávez, Correa, Ortega o Morales…pero hay que tener la cabeza muy comida por la SER para que a uno le resulte natural que el aliado preferente en Latinoamérica del Gobierno del PSOE sea Uribe. Él es el referente común a Pedro J., Zapatero, De Arístegui, Javier Moreno y Losantos.

Con el asunto de las bases estadounidenses en Colombia ha vuelto a quedar de manifiesto: todos los dirigentes de izquierda americanos, incluidos los socialdemócratas, han rechazado el plan de Uribe. España lo apoya. Para ello De la Vega tuvo que desautorizar a Moratinos, quien había hecho unas meritorias declaraciones solicitando a EEUU que intentase "evitar un militarización" de América Latina (el pobre hombre se pronunció sobre el asunto usando sólo su razón, en lugar de usar el editorial de El País, cosa pecaminosa que fue merecedora de una regañina por parte de la Vicepresidenta).

Golpe de Estado vs. Revolución, 2ª parte

Decíamos, siguiendo con la brasa comenzada ayer, que establecido el marco conceptual genérico según el cual el Derecho no es en última instancia el mero monopolio de la fuerza por parte del Estado, sino que es algo más (algo así como un conjunto de normas que nos permiten ser más libres, que pueden ser modificadas por los ciudadanos sin que haya instancias superiores que se escapen a su control democrático), estableceremos la siguiente diferencia entre Golpe de Estado y Revolución, que creo que puede ser compartida por la mayoría de la gente a poco que lo piensen: un Golpe de Estado pretende menoscabar el Derecho, una Revolución busca crear Derecho.

Ambas pueden adoptar la misa forma (un montón de soldados entrando en la Asamblea no tiene porqué suponer que estamos ante un Golpe de Estado, ni por ser una multitud de civiles armados con antorchas quienes tomen el Palacio Presidencial estamos ante una Revolución). Lo que los distingue no es su forma, sino su fondo: secuestrar la soberanía popular para crear un "Estado de Mercado" donde consolidar los privilegios históricos de los explotadores es un Golpe de Estado, hágalo quien lo haga (civiles o soldados) o tárdese mucho o poco tiempo (Estados Unidos financió un larguísimo Golpe de Estado en Nicaragüa que duró desde el 81 hasta que, en 1990, el Imperio cumplió su objetivo de apear del Gobierno a los sandinistas).

Ejemplos de Golpe: Franco en España en el 36, Batista en Cuba en el 52 o, más recientemente, el intento de Golpe en Venezuela en 2002, el de Haití en 2004 o el de Honduras este año.

Ejemplos de Revolución: la francesa en 1789, la que en España restauró “La Pepa” en 1820 con Riego a la cabeza, la Revolución rusa en 1917, la Revolución cubana protagonizada por el Movimiento 26 de Julio, la Primavera de Praga de 1968 o, aún en marcha, la bolivariana en Venezuela.

No son Revoluciones sino Golpes de Estado (pese a haber sido llamados habitualmente de la primera forma) la “Revolución islámica” que dio al traste con la Revolución iraní de 1979, el Golpe Talibán en Afganistán que concluye con su llegada al poder en 1996 o el intento de Golpe en Moldavia de este año.

Golpe de Estado vs. Revolución, 1ª parte

Consideraba Kelsen que la expresión “Derecho revolucionario” era una contradicción en sí misma. Esa afirmación de Kelsen es tan radicalmente verdadera como radicalmente falsa: si “Derecho” es sinónimo de “ordenamiento jurídico realmente existente”, qué duda cabe de que la Revolución es su enemigo irreconciliable; por el contrario, si consideramos que “Derecho” es algo más que unas normas escritas, es decir, si creemos que para que exista “Derecho” han de darse ciertas condiciones (condiciones que no se darían, por ejemplo, en la Alemania nazi, pudiendo afirmarse que allí “no había un Estado Derecho” en tanto que el Derecho estaba secuestrado por unos criminales), en ese caso la afirmación de Kelsen es radicalmente falsa.

Como sabemos que para mi admirado Kelsen, el cual dedicó su vida a parir una magnífica “Teoría Pura del Derecho”, el Derecho era lo primero (un monopolio de la coacción física, que no tenía porqué ser justo para ser llamado Derecho), tenemos que entender sus palabras en los términos que él las empleaba y darle así la razón: Revolución y “orden establecido” son cosas que se llevan a matar (tanto que intentan matarse).

Tenemos que reconocer que más allá de las paredes de las Facultades de Derecho la concepción kelseniana de lo que es Derecho no ha transcendido mucho: la mayoría de la gente considera que hay ciertas situaciones que, por muy legales que sean, tienen poco de Derecho. Cuando alguien grita “¡No hay Derecho a que los bancos nos traten así!”, estoy convencido de que ese “Derecho” es gritado con mayúsculas: no creen que en esas situaciones flagrantemente injustas viva el Derecho. Y también tienen razón.

La concepción kelseniana de lo que es Derecho viene muy bien para estudiar la estructura interna de los sistemas jurídicos (de hecho a mí la Teoría Pura de Kelsen me encanta), pero para todo lo demás (para la vida en general) la noción de Derecho que se debe manejar es aquella que utiliza la mayor parte de las personas. Y es en esa acepción popular (pero no por ello menos cierta) como usaré aquí “Derecho”.

Establecido este marco conceptual genérico, según el cual el Derecho no es en última instancia el mero monopolio de la fuerza por parte del Estado, sino que es algo más (algo así como un conjunto de normas que nos permiten ser más libres), dedicaré la entrada de mañana a señalar la diferencia entre “Golpe de Estado” y “Revolución”, defendiendo que son hechos antagónicos e incompatibles y, yendo más allá, defenderé que “Derecho revolucionario” no sólo no es un oxímoron sino que no puede haber Revolución fuera del Derecho.

Pero eso mañana, que hoy ya os he calentado el tarro bastante.

PD.: Sí, lo admito, el dibujo del Sargento Keroro y sus camaradas no viene a cuento...pero es que si encima de la chapa que os he soltado no os pongo algún dibujico molón, no lee esta entrada ni la abuela de Viul.

WWCFLD?

Hace un año que Carlos Fernández Liria subió a los altares de este blog por aquella mítica intervención en la Cadena Ser en la que, tras denunciar la implicación del grupo PRISA en el golpe de Estado de 2002 en Venezuela, fue sacado de antena.

Admito que antes de aquello sólo me sonaba su nombre. Después llegaron joyas como el libro “Educación para la Ciudadanía”, su papel de vanguardia en la lucha contra el Plan Bolonia (en los debates parecía el mismísimo Dr. House: ironía, mala leche y honestidad brutal), o uno de los artículos que más me han marcado, “Los diez mandamientos y el Siglo XXI”, y así pasó a ser uno de mis autores de culto.

Cuando me enteré de que en las pasadas europeas iba en la lista de Izquierda Anticapitalista casi echo una lagrimilla política. Pero pese a no compartir su afinidad con dicha organización, el haberse implicado activamente en su campaña electoral no deja de ser una muestra de que es un tipo que realmente toma partido, cosa que no abunda entre los intelectuales. Es decir, que incluso siendo yo de Izquierda Unida y él haber apoyado a otra organización que es un rival electoral de IU, mi admiración por él no sólo no disminuyó sino que incluso aumentó.

Los cristianos locuelos anglosajones llevan pulseran donde se lee “WWJD?” (“What Would Jesus Do?” – “¿Qué haría Jesús?”) para recordarles que a la hora de tomar una decisión, deben actuar como lo haría Jesús. La idea me parece tan genial que en este blog, a partir de ahora, sólo se permitirán pulseras que pongan “WWCFLD?” (“What Would Carlos Fernández Liria Do?”).

Así que tirad a la basura vuestras pulseritas tricolor, las esclavas de plata que vuestras parejas os regalaron para el aniversario, esas muñequeras hippies de cuero que os habéis comprado en la feria de vuestro pueblo...¡y a vestirse reglamentariamente para leer El Hijo Rojo!